sábado, 7 de septiembre de 2013

¿La escritura nació en Mesopotamia o en el Antiguo Egipto?



«He recitado mi tablilla, he desayunado, he preparado mi nueva tablilla, la he llenado de escritura, la he terminado; después me han indicado mi recitación y, por la tarde, me han indicado mi ejercicio de escritura. Al terminar la clase he ido a mi casa. He hablado a mi padre de mi ejercicio de escritura, después le he recitado mi tablilla y mi padre ha quedado muy contento… Cuando me he despertado, al día siguiente, por la mañana muy temprano, me he vuelto hacia mi madre y le he dicho: dame mi desayuno, que tengo que ir a la escuela».
Todo aquel que haya ido a la escuela y lea estas líneas seguro que recordará una escena muy similar y vivida en primera persona, pero quizá le sorprenda el hecho de que este testimonio no sea el de un estudiante de nuestra época, sino el de un alumno que vivió hace más de cuatro mil años en el antiguo país de Sumer. Posiblemente se trata de uno de los primeros testimonios del aprendizaje del que está considerado como el mayor logro de la historia de la humanidad: la escritura. Y no es de extrañar que lo encontremos plasmado, mediante unos extraños signos en forma de cuña, en una pequeña tablilla de arcilla descubierta en las cercanías de los ríos Tigris y Éufrates: fue precisamente allí, en Mesopotamia, donde este revolucionario invento vio la luz, hacia el año 3.200 a.C.






Hace cinco mil años, en la fértil Mesopotamia, surgió la escritura, un arte que los sumerios desarrollaron de la mano de sus escribas, quienes aprendían su delicado oficio en las escuelas. A diferencia de Egipto, donde la escritura nació ya plenamente desarrollada y con fines religiosos y mágicos, en Sumer estuvo desde el principio íntimamente ligada a los aspectos más mundanos de la sociedad.
 Las tablillas más antiguas halladas consisten en registros para controlar los ingresos y gastos de los templos de las ciudades: contienen listas de mercancías, animales y personas. La escritura se relaciona, por tanto, con el nuevo modelo de vida urbana que se desarrolló en Mesopotamia a finales del IV milenio a.C. Inicialmente se trató de una escritura pictográfica, es decir, basada en dibujos de distintos objetos y figuras, pero paulatinamente se creó un sistema de signos más estilizados, denominados cuneiformes, hasta la aparición de los primeros sistemas alfabéticos conocidos hacia el siglo XIV a.C.
Hasta la fecha se han encontrado en Mesopotamia más de medio millón de textos escritos sobre tablillas, lo que es muy poco teniendo en cuenta que estamos hablando de un período de al menos tres mil años de historia en el que se sucedieron varias civilizaciones.
 La escritura nació en Mesopotamia a  finales del cuarto milenio a.c., como una necesidad administrativa coincidiendo con la creación de grandes ciudades y sus templos, como Babilonia, según ha explicado el historiador italiano Mario Liverani. «tanto en Mesopotamia como en Egipto, el nacimiento de la escritura guarda una relación muy estrecha con la administración y la economía del Estado» Mario Liverani.



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