sábado, 24 de agosto de 2013

Mauseleo de Alicarnaso y Arqueros de Susa

El Mausoleo de Halicarnaso o el Sepulcro de Mausoleion  fue una tumba construida entre el 353 y el 350 a. C. en Halicarnaso (actualmente Bodrum, Turquía) por Mausolo, un sátrapa en el imperio persa, y Artemisia II de Caria, que era su mujer y su hermana. La estructura fue diseñada por el arquitecto griego Sátiro de Paros y Piteo.1 2
El mausoleo medía aproximadamente 45 metros de altura, y cada una de las cuatro plantes era adornada con relieves esculturales creados por cada uno de los escultores griegos — Leocares, Briaxis, Escopas de Paros y Timoteo.
La estructura del mausoleo fue considerada un gran triunfo estético, tanto que Antípatro de Sidón lo consideró como una de las Siete Maravillas del Mundo. Cinco de los mejores y más reputados escoltores de la antigua Grecia recibieron el encargo de decorar el mausoleo, en concreto, Escopas, Briaxis, Leocares, Timoteo y Praxíteles. De todos ellos, cuatro se encargaron de cada uno de los cuatro lados de la tumba, mientras que el quinto se dedicó a la enorme escultura de la cuádriga que se situaba en lo más alto de la pirámide escalonada. Dos frisos recorrían sin interrupción los cuatro lados de la tumba, uno de ellos con el motivo de la batalla de los lapitas y los centauros y el segundo con la de los griegos contra las amazonas. A ellos había que añadir multitud de estatuas con formas humanas y de leones de tamaño natural e incluso superior al real, dispuestas sobre unas bases de piedra caliza de color azul.
El Palacio de Susa, en el actual Irán, fue un antiguo palacio real construido por Darío I en la época aqueménida en la ciudad de Susa, que había sido tomada por Ciro el Grande en 538 a. C. Bajo el hijo de Ciro, Cambises II, la capital del imperio se trasladó de Pasargadas a Susa.



Riso de los arqueros adornaba el famoso palacio mandado construir por orden de Darío I (522-486 a.C), que trasladó la residencia real y la administración del Imperio, desde Pasargada hasta Susa, la nueve sede.
Muy poco ha llegado de su riqueza constructiva y decorativa, que debió ser inmensa. Pero se conservan en el Musée du Louvre abundantes fragmentos de los frisos que decoraban la residencia real y que datan del siglo v a.C. Algunos, realizados en relieves esmaltados sobre ladrillos, muestran a animales en procesión, unos reales y otros fantásticos, inspirados sin duda en la famosa Puerta de Isthar de Babilonia.
Estas importantes obras que han sido apreciadas por millones de personas de todo el mundo, son un bello recuerdo de todo lo que eran capaz de hacer todas esas personas de antes, muchos podrán decir que antes era mas difícil crear cosas, pero antes tenían mas inteligencia e imaginación, todas esas personas que hicieron estas piezas estaban muy inspirados en lo que querían crear y lo que también querían dar a conocer. Muchos al principio podemos decir que es solo algo que esta desde hace mucho tiempo sin darle la menor importancia, pero tienen mucha historia y mucho valor.


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